Lecturas para refrescar la mirada

Los cierres de ciclo siempre son una invitación para echar un vistazo atrás y hacer recuentos de diversa naturaleza. Las circunstancias personales, los contextos específicos, favorecen o no ciertas miradas cuando hacemos ese alto para revisar cierto tramo de nuestro camino. 

Cerrando este 2020, año de enorme desafío, comparto contigo un recuento de libros que a lo largo de estos doce meses abonaron reflexiones, cuestionamientos y posibilidades a mi andar como educador. De las muchas lecturas que me encontraron durante 2020, he seleccionado cinco que, considero, pueden ser valiosas para fortalecer la mirada frente a los muchos retos que nos esperan en 2021. La secuencia en que los presento corresponde al orden en que realicé las lecturas.


El corazón es un resorte. Metáforas y otras herramientas para mejorar nuestra educación. Pablo Boullosa. Taurus, 2016.

Educación Imaginativa. Una aproximación a Kieran Egan.  Adriana Grimaldo, Gillian Judson, Pablo Boullosa y Soledad Acuña. Morata, 2017.

Comienzo con un bloque de dos libros estrechamente conectados, tanto en su contenido como en la forma en que me aproximé a ellos. El detonador lo encontré recién iniciado el año navegando las páginas de El corazón es un resorte, de Pablo Boullosa, un libro inspirador y elocuente que en tono de divulgación me invitó a reflexionar y dialogar sobre diversos recursos que posiblemente muchas personas hemos desperdiciado para mejorar nuestra propia educación y la de nuestros estudiantes. En las páginas de este libro encontré además, por primera vez en mi vida, la referencia al nombre de Kieran Egan. 

Una serie de conexiones que no vienen a cuento ahora, me hicieron llegar así a la propuesta de Educación Imaginativa, a través de la aproximación propuesta por Adriana Grimaldo, Gillian Judson y Soledad Acuña con el propio Boullosa. En las páginas de este segundo libro pude conocer más sobre Egan y su propuesta de incorporar la emoción y la imaginación como elementos clave para el aprendizaje. Además de una entrevista con el propio Egan, el texto ofrece una revisión general de las cinco formas de comprensión que propone su teoría. Mi encuentro con Egan resultó fascinante en estos momentos de coyuntura en que las escuelas estamos replanteando la forma en que podemos fortalecer nuestra tarea y conectar con las y los estudiantes. Así, en estos meses he ido a leer directamente a Kieran Egan y Gillian Judson, quien ha sido su cómplice en el aterrizaje de esta robusta propuesta.

El asunto da para mucho, pero no me extiendo ahora porque para inicios de 2021 estoy cocinando una entrada dedicada específicamente al poder de la imaginación para transformar nuestra mirada y la manera en que abordamos los procesos de aprendizaje en la escuela. 


Escuelas que valgan la pena

Pepe Menéndez. Paidós, 2020.

Poco después de iniciado el periodo de encierro derivado de la pandemia, tuve la oportunidad de asistir virtualmente a la presentación de este texto, publicado recién en la primera mitad del año. El ejercicio de conversación, registrado aquí en video para quien guste escucharlo, me entusiasmó para comprar el libro. 

Escrito desde el terreno de juego, construido a partir de la reconstrucción de conversaciones del autor con los protagonistas de distintas experiencias educativas en ámbitos y contextos muy diversos, el libro de Pepe es un ejercicio coral de reflexión sobre la práctica, que invita a explorar las posibilidades ―y la urgencia― de transformar la educación. Entre las muchas provocaciones del autor y sus protagonistas, encontramos el llamado a cuestionarnos “en qué nos fijamos cuando miramos a nuestros alumnos, y desde qué perspectiva acompañamos sus procesos de crecimiento”, ampliar la mirada para “acompañar proyectos vitales más allá de la responsabilidad de certificar expedientes académicos”. 

A través de testimonios y experiencias educativas muy diversas en España y países de sudamérica donde el autor a impulsado y acompañado procesos de cambio, encontramos pautas para repensar en torno al liderazgo, lo comunitario, la evaluación, el acompañamiento, la innovación y el aprendizaje, incluyendo potentes casos de cambio en entornos vulnerables, que muchas veces no tienen suficiente visibilidad en la divulgación de experiencias.


Moonshots en la educación. Nuevas tecnologías y aprendizaje mixto en el aula.

Esther Wojcicki y Lance T. Izumi. Taurus, 2016.

Como sucede hoy con cualquier libro que aborda herramientas o plataformas digitales específicas, un par de capítulos dedicados a aplicaciones específicas ha perdido vigencia, pero el planteamiento general, las experiencias y las aportaciones del libro en lo general son muy relevantes en la coyuntura que estamos atravesando

Publicado originalmente hace cinco años, el libro advertía desde su primer capítulo: “Cambiar la cultura es siempre lo más difícil, pero es lo que nuestras escuelas necesitan con urgencia”. Aunque por momentos puede parecerlo, no encuentro en el texto una oda a la educación en línea, pero sí una abierta y contundente invitación para incorporar las posibilidades tecnológicas a nuestro ecosistema y potenciar a través de ellas el aprendizaje. El texto no busca ofrecer recetas ni pretende imponer una manera concreta de implementar los modelos híbridos, pero sí ofrecer inspiración para preguntarnos qué podemos proponer a partir de las muchas prácticas que se comparten en sus páginas. Para mí, resultó una invitación a cuestionar mis marcos mentales con respecto al papel de la tecnología en las escuelas, sin renunciar a una de mis principales convicciones: los recursos digitales han de ser medios y no fines, y por tanto han de estar al servicio de un proyecto educativo sólido, significativo, relevante


Art Thinking. Cómo el arte puede transformar la educación.

María Acaso y Clara Megías. Paidós, 2017.

En la recta final del año, este libro me hizo explotar la cabeza y despertó en mí muchísimas ilusiones. Hace cuatro años tuve la fortuna de conocer personalmente a María Acaso y confirmar que es una mujer brillante, apasionada y poderosamente disruptiva. En estas páginas incorpora muchas ideas que había explorado en trabajos previos y las articula en torno a una propuesta muy potente: repensar la educación a través de las artes, sugiriendo que estas son indispensables para lograr la verdadera innovación educativa de nuestro siglo. Para ello, una de sus premisas clave se funda en dos procesos: “conectar la educación artística con la realidad y conectar la educación general con la realidad a través de la educación artística”

El planteamiento puede parecer simple, quizá como herencia del menosprecio que suelen sufrir las artes ―y en particular, el arte contemporáneo― en el sistema educativo y por el imaginario que por décadas ha hecho de la educación artística un espacio marginal, centrado en la producción de manualidades y en la “maquila” de productos para decoraciones y eventos escolares. El libro, ilustrado por Clara Megías y acompañado de numerosas fotografías y experiencias, no se limita a proponer las expresiones artísticas como detonadoras o estrategias de cierre de un proyecto, sino como articuladoras clave, desde una mirada contemporánea de las artes. 


Para ampliar la lista

Como toda lista, esta que propongo es limitada por diversas razones. La más evidente es que se centra en libros que leí por primera vez en este año. Sin duda hay lecturas previas, de diferentes épocas, que se suman a los invaluables recursos que podrán acompañarnos en los tiempos por venir. Pensando en esos otros libros y en los que quizá tú quieras proponer, queda la posibilidad de extender la lista en los comentarios a esta entrada.

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